Era la tarde de noviembre 2, 2012, noche de elecciones. Zen Honeycutt, madre de tres niños pequeños, cada uno con alergias crónicas, en algunos casos potencialmente mortales, a OMG y toxinas en el suministro de alimentos, se encontró sollozando en el estacionamiento de una sala de reuniones. Ella, su familia y 60 otros voluntarios acababan de descubrir que la Proposición 37, la iniciativa de votación de etiquetado de OMG de California, había fallado.
Devastada, Zen sabía que necesitaba continuar la conversación, que las mamás de todo el mundo necesitaban aprender sobre los OGM y las toxinas en el suministro de alimentos. Había visto a sus hijos recuperarse de sus enfermedades comiendo alimentos orgánicos y evitando los OGM, y sabía que otros también podrían hacerlo.
Entonces Zen recurrió a las redes sociales con el plan de involucrar a la mayor cantidad de personas posible. Quería que marcharan en los desfiles del 4 de julio para crear conciencia sobre los OGM. En cuestión de semanas, literalmente, cientos de miles de madres en todo el mundo se acercaron para escuchar su historia y compartir la suya. Estas madres comenzaron a hablar sobre la salud de sus hijos que regresaban, después de que los practicantes de medicina tradicional no ofrecían ninguna esperanza. Se inspiraron en las posibilidades. Tenían experiencias y conocimientos valiosos para compartir. Comenzaron a buscar y cuestionar algo de la ciencia. El movimiento, la comunidad que es Moms Across America, nació.
Y esa primera 4 de julio, 2013, miles marcharon por todo el país y millones se dieron cuenta de los OGM.
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